Herpes Zóster

HERPES ZÓSTER: CUANDO EL VIRUS SE INSTALA EN EL OÍDO

Cuando el cuerpo te habla en forma de dolor agudo y pequeñas ampollas, no siempre es una simple infección. A veces, es un viejo conocido que ha decidido volver: el virus de la varicela.

¿Qué es el herpes zóster?

El herpes zóster —también conocido como culebrilla— es una infección causada por el virus varicela-zóster, el mismo que produce la varicela.
Después de superar la varicela, este virus no desaparece del todo: se “esconde” en los nervios, como un invitado dormido. Años más tarde, puede despertarse y causar una erupción dolorosa en la piel, normalmente en forma de pequeñas ampollas agrupadas en un solo lado del cuerpo o la cara.

Este despertar suele estar relacionado con un descenso de las defensas del sistema inmunitario, el estrés o la edad.
Y cuando el nervio afectado es el que pasa por la zona del oído, la historia se complica un poco más.

¿Qué ocurre cuando afecta al oído?

Cuando el virus ataca el nervio facial o el nervio vestibulococlear (encargado de la audición y el equilibrio), hablamos de herpes zóster ótico o síndrome de Ramsay Hunt.

En este caso, los síntomas no solo se sienten en la piel, sino también dentro del oído y en el rostro. Los más frecuentes son:

• Dolor intenso en el oído, a veces punzante o quemante.

• Pequeñas vesículas (ampollas) en el pabellón auricular, el conducto auditivo o incluso dentro de la boca.

• Pérdida de audición en un solo oído, de aparición repentina o progresiva.

• Zumbidos (tinnitus) o sensación de oído “taponado”.

• Vértigo o mareo, si el virus afecta también al nervio del equilibrio.

• En algunos casos, debilidad o parálisis facial en el mismo lado del oído afectado.

Estos síntomas pueden aparecer juntos o por separado, pero todos son motivo para acudir al especialista lo antes posible. Cuanto antes se diagnostique y trate, mejor será la recuperación.

¿Por qué puede afectar a la audición y al equilibrio?

El oído no solo capta sonidos; también guarda el sistema que controla nuestro equilibrio.
Cuando el virus daña los nervios que comunican estas estructuras con el cerebro, pueden aparecer pérdidas auditivas, vértigos intensos o zumbidos persistentes.

En algunos casos, si el daño nervioso es severo, la audición puede no recuperarse completamente.
Por eso es tan importante no dejar pasar los primeros síntomas: el tratamiento temprano puede marcar la diferencia entre una molestia pasajera y una secuela permanente.

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico del herpes zóster ótico combina la exploración física —para identificar las lesiones en la piel o el oído— con pruebas audiológicas (como la audiometría) para valorar el grado de afectación auditiva.

El tratamiento médico incluye habitualmente:

• Antivirales, para frenar la replicación del virus.

• Corticoides, que reducen la inflamación y el daño nervioso.

• Analgésicos, para aliviar el dolor.

• En algunos casos, tratamiento del vértigo o rehabilitación vestibular si el equilibrio queda afectado.

En nuestra clínica, acompañamos este proceso con evaluaciones audiológicas completas para determinar si existe pérdida auditiva y cómo puede recuperarse o compensarse.

¿Se puede prevenir?

La mejor forma de prevenir el herpes zóster es la vacunación.
Actualmente existe una vacuna eficaz recomendada especialmente para personas mayores de 50 años o con defensas bajas.
Además, mantener un estilo de vida saludable y controlar el estrés ayuda a reducir el riesgo de reactivación del virus.

¿Cuándo acudir al especialista?

Si notas dolor intenso en un oído, ampollas en la zona o una pérdida repentina de audición, no lo dejes pasar. El tiempo es clave para la recuperación.

En Centro de Audiología Integral Elena Gil te ayudamos a evaluar tu audición y equilibrio, y a coordinar el tratamiento con tu otorrinolaringólogo.
Nuestro objetivo es que recuperes no solo tu audición, sino también tu bienestar diario.

En resumen

El herpes zóster ótico es una infección vírica que puede afectar tanto la piel del oído como los nervios encargados de la audición y el equilibrio.
Reconocerlo a tiempo y recibir atención médica rápida es fundamental para evitar secuelas auditivas o faciales.

En Audiología Gil estamos para ayudarte a escuchar y sentirte mejor.
Si sospechas que podrías tener síntomas compatibles con herpes zóster en el oído, pide tu cita y te ayudaremos a evaluar tu caso con la atención personalizada que mereces.